El daikon es una verdura de raíz que llega a alcanzar los 50 centímetros de longitud, de ahí, su peculiar nombre: dai, significa largo y kon, raíz.
El producto en seco, se obtiene después de un proceso de rallado de su parte blanca y posterior secado al sol durante más de seis horas. Pasado ese tiempo, el daikon adquiere un sabor más fuerte y dulzón, menos picante que el producto fresco.
El daikon seco es uno de los remedios más eficaces para ayudar a ablandar acumulaciones de grasa y facilitar así su descarga. Actúa especialmente bien en grasas acumuladas hace tiempo y en partes profundas de nuestro organismo.
Combinado con shoyu, ayuda a eliminar exceso de grasa y proteína animal, mientras que su preparación con kombu es utilizada en la cocina macrobiótica para reducir las acumulaciones producidas por el exceso de productos lácteos.
Es muy efectivo también, para eliminar quistes en los órganos reproductores femeninos.
El daikon juega además, un papel importante, para la eliminación de mucosidades, ayudando a disolverlas y facilitando su descarga. Por lo que es muy útil en procesos catarrales y cuando hay problemas respiratorios.
Quizás no sepas, que el daikon pertenece a la familia de las crucíferas. Coles, brócolí, coliflor y otras verduras redondas que crecen por encima del suelo forman la tan conocida familia de verduras anticancerígenas. También el nabo, el rabanito, el daikon, la rúcula o los berros, comparten sus propiedades, especialmente si se consumen en crudo.
El daikon tiene además, un gran contenido de vitamina C, ayudando así a reforzar nuestro sistema inmune y a protegernos en épocas de estrés y decaimiento.
Formas de uso:
Sopas y cremas de verduras: Puedes incorporar un puñadito de daikon seco a tus caldos de verduras, especialmente durante el periodo invernal. Este sencillo hábito, ayudará a evitar la formación de mucosidades y a despejar tu sistema respiratorio, mejorando también tus defensas.
Cuando lo utilices en cremas de verduras no necesitas remojarlo previamente. Simplemente añádelo al agua de la cocción y deja que se cocine con el resto de verduras. Una vez cocinadas, tritura como de costumbre.
En el caso de los caldos o sopas como la de miso. Suele ser conveniente remojarlo previamente, ya que probablemente el tiempo de cocción sea corto. Primero pica las tiras de daikon con unas tijeras, de otro modo, te quedarán excesivamente largas para una sopa. Luego, coloca un puñadito a remojo en un bol grande de agua. Después de 10 – 15 minutos, verás que su volumen ha aumentado bastante. Cuando vayas a utilizarlo añade también el agua de remojo que aportará un delicioso y peculiar sabor a la sopa.
Salteados de verduras: En este caso, también será necesario remojarlo antes. Una vez hidratado, escúrrelo bien, reservando el agua para la elaboración de alguna sopa, y saltéalo junto con el resto de verduras. Cocinado de esta manera, pasa bastante inadvertido, pues parte de su sabor ha quedado en el agua de remojo y apenas conserva su toque picante.
Ensaladas: También necesitarás hidratarlo para incorporarlo a tus ensaladas. Al igual que antes. Escúrrelo bien antes de utilizarlo. Una manera de potenciar su sabor y sus virtudes, es dejarlo macerar con unas gotitas de shoyu antes de mezclarlo con el resto de ingredientes.
Escaldados: Las verduras escaldadas son preparaciones con sabores suaves, generalmente dulces que necesitan, especialmente en invierno, de sabores fuertes y que aporten calor, pues se enfrían con mucha rapidez. Prueba a macerar el daikon seco en 1/3 de agua, 1/3 de shoyu y 1/3 de jugo de jengibre. Deja que se hidrate en los líquidos, escúrrelo bien y mézclalo con el resto de verduras. Verás cómo cambia tu ensalada.
Acompañamiento a frituras: Su capacidad para eliminar grasas, lo convierte en un ingrediente indispensable cuando tomamos frituras, hamburguesas veganas, etc… En este caso, ponlo a remojo en agua. Una vez hidratado escúrrelo bien y añade una pizca de sal marina. 1 a 2 cucharadas soperas es la cantidad recomendable para este uso.
Tés y bebidas medicinales: Es muy utilizado en la cocina macrobiótica en preparaciones específicas para la reducción del colesterol, para la eliminación de quistes y otras acumulaciones profundas de grasa. Para estos casos, se suele preparar, una vez hidratado, cocinado con la misma cantidad de zanahoria rallada y el doble del volumen de las verduras de agua. Se cocina todo tapado, a fuego bajo, durante 5 – 8 minutos y se añaden unas gotas de shoyu al final de la cocción.
Este tipo de bebida no se recomienda tomarla más de 2 semanas seguidas y sería recomendable hacerlo siempre bajo la supervisión de un consultor cualificado.