Si quieres que el mijo te quede con «grano suelto» para tomarlo en ensaladas o salteados toma nota de cómo cocinarlo:
1. Lava bien el grano bajo el grifo con la ayuda de un colador. El mijo suele soltar mucha suciedad. Será bueno que lo aclares hasta que el agua salga transparente.
2. Escurre bien. Si puedes, haz este paso la noche anterior a utilizarlo y déjalo escurrir en el colador toda la noche, así será más fácil y rápido tostarlo al día siguiente.
3. Tuesta el grano en una olla sin aceite durante unos minutos sin dejar de remover. Retira y reserva cuando esté seco.
4. Lleva 4 partes de agua con una pieza de sal a hervor en una olla amplia.
5. Incorpora el mijo al agua hirviendo y cocina hasta que esté abierto. Esto suele tardar de 20 a 30 minutos, vigila de vez en cuando para que no se te pase.
6. Cuela y pasa bajo agua fría, cómo haces habitualmente al cocinar pasta. Así cortarás la cocción y el grano no se apelmazará.
7. Escurre bien y deja en una fuente amplia para que se termine de enfríar.
Ya tienes el mijo listo para disfrutarlo en ensaladas 
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Si prefieres tomarlo calentito, prepara un buen salteado de verduras y cuando estén listas, incorpora el mijo y mezcla suavemente.
Disfruta de cuidarte…
Disfruta de comer bien…
