Volver a los mercados de Praga es volver a conectar con lo local, con lo cercano, con lo que da la tierra en cada temporada.
Tan de temporada son los mercados locales aquí, que en invierno se van ¡de vacaciones!, Si, si, en invierno desaparecen los mercadillos de verduras porque realmente no hay nada que cosechar y por tanto nada que ofrecer.
Pero cuando llega la primavera, es un verdadero placer pasear por ellos. Raíces de todo tipo, hojas verdes en cestas de mimbres, las primeras aromáticas… Los puestos se inundan de olor a fresco.
Hoy para mi sorpresa he encontrado manojos de ortigas y ajos frescos, y con eso en la cesta y un buen puñado de almendras, me he preparado una sopa deliciosa..
Como sabrás la ortiga nos aporta muchísimos beneficios, especialmente en primavera: ayuda a depurar la sangre, es diurética, contiene mucílagos y tiene propiedades antihistamínicas. Además es rica en calcio y magnesio, ayudando así a fortalecer tus huesos.
La receta de sopa de ortigas la utilizo todos los años en mis cursos, la aprendí en el libro El equilibrio a través de la alimentación de Olga Cuevas, y siempre sorprende y gusta muchísimo.
Esta vez, no tenía todos los ingredientes, así que he simplificado bastante y me he dado cuenta de que lo más simple, se puede volver una exquisited cuando se prepara con cariño y amor…
¡Haz la prueba!
Ingredientes:
1 buen puñado de ortigas (unos 100 gramos)
3 ajos frescos (según el tamaño)
1/4 de tira de alga wakame
1 puñado de almendras sin pelar por persona
1 litro de agua
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Elaboración:
Lava y pica las ortigas.
Pica también los ajos frescos.
Pon las almendras a remojo. Si las tienes remojadas desde la noche anterior, mucho mejor.
Calienta una olla y añade 2 c.s. de aceite de oliva.
Saltea los ajos frescos 2 o 3 minutos, removiendo continuamente para que no se quemen. Añade las ortigas y saltea otro minuto más.
Añade el agua, una pizca de sal y lleva a hervor.
Cuando comience a hervir, baja la llama y cocina a fuego bajo, con tapa durante 5 minutos.
Añade las almendras y deja otros 3 minutos más.
Apaga, rectifica de sal y deja que repose un par de minutos antes de servir.
Deliciosa…
Cocínala con amor… y ¡qué te aproveche!