¿Aún sigues preparando tus aliños con aceite, vinagre y sal? ¿Sabías que si incluyes los 5 sabores en tus aliños quedarán muchísimo más sabrosos?
¿Y sabes que si utilizas los 5 sabores en la preparación de tus platos y salsas, te sentirás mucha más satisfecho/a después de la comida?
La búsqueda del equilibrio conjugando el sabor salado, ácido, dulce, amargo y picante, es un aspecto importante y que se tiene muy en cuenta en la práctica de la cocina macrobiótica. La medicina china también lo tiene presente al diseñar platos que equilibren, nutran y satisfagan.
Cuando utilizamos los 5 sabores, armoniosamente combinados, en nuestros platos, reducimos los antojos típicos de después de comer. Esto sucede porque nuestro paladar, y más importante aún, nuestro cerebro, se sentirán satisfechos.
Cuando al preparar una comida prima, por ejemplo, el sabor salado, estaremos creando un deseo de tomar dulces que equilibre la cualidad energética (yang) de la sal, y lo conseguiremos con alimentos dulces, ricos en azúcares, que energéticamente son mucho más yin. Lo mismo ocurrirá si utilizamos el picante en exceso, o por el contrario, si apenas usamos la sal.
Pero además, de satisfacer nuestro paladar, los 5 sabores tiene una influencia energética en los diferentes órganos, ayudando a estimularlos y a tonificarlos cuando se usan adecuadamente.
El sabor dulce, es conocido por tonificar los órganos que nutren el elemento tierra: estómago, bazo y páncreas. El picante, nutre los órganos del elemento metal: intestino grueso y pulmón. El salado, está asociado a la energía del elemento agua, tonificando así, riñón y vejiga. El ácido, está especialmente indicado en primavera y nutre el elemento madera, beneficiando a tu hígado y vesícula. Finalmente, el amargo ayuda a estimular el intestino delgado y el corazón, los dos órganos relacionados con el elemento fuego.
De todos estos sabores, el dulce es el que más presencia debería tener en nuestras comidas. No en vano, es el sabor que más nos relaja; sin embargo, pequeños toques del resto de sabores ayudarán a crear platos equilibrados y armoniosos y a mantener nuestros organismo en un equilibrio perfecto.
¿Qué nos sabes cómo incorporar los 5 sabores en tus aliños?
Es bien sencillo… echa un vistazo a la lista de ingredientes que se detallan a continuación, e intenta utilizar al menos uno de cada sabor en tus recetas… con la práctica serás capas de crear deliciosos y equilibrados aliños… ¡Verás qué diferencia!
1.- SABOR DULCE:
Una de las mejores opciones para aportar dulzor a tus aliños es el concentrado de manzana; al ser un ingrediente líquido liga perfectamente en tus vinagretas, sin necesidad de calentarlo o licuarlo.
También puedes elegir melaza de cereales, suelen ser bastante ligeras y aunque no tanto como el concentrado, sólo necesitas remover un poquito más para que se incorpore perfectamente al aliño. Su dulzor es más suave.
Las frutas secas como orejones o pasas son igualmente una buena opción. Las puedes usar picaditas, añadirlas a la vinagreta y dejar que se hidrataran con los líquidos. O si vas a batir tu aliño, incorpóralas desde el principio.
2.- SABOR PICANTE:
Aquí el rey es el jengibre. Su sabor picante gusta a todos. No debes utilizar demasiado pues es bastante intenso.
Una de las mejores formas de incorporarlo a los aliños es exprimiendo su jugo. ¡Si! puedes exprimir jugo del jengibre, a pesar de tener un aspecto externo muy seco, tiene bastante jugo en su interior.
Para ello, simplemente ralla una pequeña cantidad, utiliza preferentemente un rallador cerámico, coge lo rallado y exprimiendo con tus manos, ¡te sorprenderá ver la cantidad de líquido que sale!.
La mostaza es también un buen ingrediente para aliños y vinagretas. Utilízala en pequeñas cantidades y elige una que sea de biológica y de calidad.
Un toque de pimienta negra recién molida puede ser útil para incorporar este sabor.
Y si no te importa encontrar «tropiezos», prueba a rallar un poco de rabanito o nabo daikon sobre los líquidos del aliño. Sabor natural picante de calidad por excelencia.
3.- SABOR SALADO:
¡Aquí si que tienes variedad! Tamari, shoyu y miso son los más utilizados para crear aliños con un ligero toque salado. El miso de arroz en particular, resulta muy práctico pues no es excesivamente salado y aporta cremosidad a la preparación.
También puedes utilizar gomasio, un condimento preparado a base de semillas de sésamo y sal, o vinagre de umeboshi. El vinagre o la ciruela umeboshi son muy utilizados en la preparación de salsas, pues ayudan a incorporar dos sabores a la vez, el ácido y el salado.
Y por supuesto, puedes utilizar también la sal, aunque yo prefiero utilizar las sugerencias anteriores, porque en ellas la sal está ya integrada en el producto y en su mayoría ha formado parte de un proceso de fermentación.
Si eliges la sal, asegúrate de batir bien el aliño para que la sal se integre bien con el resto de ingredientes. Lo puedes hacer en un frasquito de cristal moviéndolo enérgicamente. Luego, podrás guardar en él tu preparación durante varios días.
4.- SABOR ÁCIDO:
Zumo de limón, vinagre de umeboshi, vinagre de arroz, ralladura de naranja o limón… con los sabores ácidos también tienes mucho dónde elegir.
El chucrut es uno de los mejores alimentos de sabor ácido que puedes utilizar en tus ensaladas, bien distribuyendo una pequeña cantidad sobre las hojas verdes, o bien picándolo finito y mezclando con el resto de ingredientes de la vinagreta.
5,- SABOR AMARGO:
Una manera práctica de incorporar este sabor son los cítricos, pues además del sabor ácido añaden un toque de amargor.
La crema de sésamo, conocida cómo tahin, tiene también un ligero amargor y ayudará a ligar bien el aliño gracias al aceite de la semilla, creando así una salsa más cremosa.
Una vez preparados los aliños, los puedes utilizar durante varios días. Guárdalos en un frasco de cristal y agítalo bien antes de usarlo para que vuelvan a ligarse a fondo los ingredientes.
Y para que comiences a experimentar, te dejo uno de mis aliños favoritos…
Aliño cremoso de limón: 2 cucharadas de crema blanca de almendras, 2 cucharadas de jugo concentrado de manzana, ralladura de 1 limón, shoyu.
Mezcla la crema de almendras y el concentrado de manzana con un poco de agua caliente hasta que tenga una consistencia cremosa.Añade la ralladura de limón y mezcla bien.Prueba de sabor e incorpora unas gotitas de shoyu al gusto.