Es frecuente, que con la llegada de la primavera, muchas personas experimenten un cansancio continuo, que parece no mejorar tras el descanso y que dificulta la realización de sus actividades diarias.
Esta falta de vitalidad, se une además a un decaimiento y tristeza, sin motivo aparente, que les impide disfrutar de la maravillosa energía que inunda todo en primavera. Es la llamada astenia primaveral, desgraciadamente, cada vez más frecuente.
Falta de apetito, crisis emocionales, cansancio profundo y continuo, son algunos de los síntomas que nos indican que no estamos fluyendo con la naturaleza.
En primavera todos podemos percibir un cambio importante de energía, de la tranquila energía invernal, que favorecía la introspección y la acumulación, pasamos a una energía ascendente y de apertura. Esta energía de apertura y de actividad frenética, la podemos observar claramente en la naturaleza que nos rodea: la savia de los árboles sube hacía arriba provocando el nacimiento de nuevas hojas, la hierba crece a una velocidad vertiginosa, todo es actividad, apertura, crecimiento…
A nivel físico, esa energía de apertura y descarga tiene como objetivo eliminar las impurezas acumuladas durante el invierno. Debido a los excesos en la alimentación y a la falta de actividad física y de aire puro durante los meses fríos, probablemente, habrán bajado también de nuestras defensas.
Si durante el periodo invernal, hemos abusado especialmente de alimentos de origen animal, embutidos, grasas saturadas, o alimentos muy secos como galletas, tostadas, etc. nuestro hígado estará sobrecargado y tenso.
El hígado es uno de los filtros más importantes que tiene nuestro organismo, y está más activo en primavera. La energía ascendente y de apertura, sube con más intensidad por el lado derecho. Si nuestro hígado está saturado, no podrá fluir correctamente, y provocará la ya conocida fatiga primaveral.
¿Qué podemos hacer a nivel de alimentación?
Evitaremos:
Alimentos con una energía de contracción y cierre como los mencionados anteriormente:
- Intenta reducir los panes, galletas y horneados.
- Las carnes y derivados.
- El exceso de sal o productos salados.
- Los quesos curados y embutidos.
Aumentaremos:
Alimentos con una energía de apertura que favorezca la descarga:
- Verduras de hoja verde: col verde, col gallega, kale, canónigos, berros, rúcula, hojas de nabos, el verde del puerro…
- Verduras amargas y depurativas como la alcachofa, berros, cebolleta, puerro, ortigas, diente de león…
- Las setas, champiñones, rabanitos y nabos tienen también efectos depurativos.
- Frutas de temporada, la manzana Granny Smith y las fresas de sabor ácido, son especialmente indicadas para tonificar el hígado.
- No te olvides de los germinados, ésta es la mejor época para consumirlos!
- Para tus ensaladas, utiliza aliños de sabor ácido, preparados con zumo de limón, vinagre de arroz o vinagre de umeboshi.
Alimentos que ayuden a mejorar nuestro estado de ánimo:
- Los cereales integrales y las legumbres como la soja, los garbanzos o las judías son alimentos ricos en triptófano y vitamina B conocida por sus propiedades antidepresivas y por contribuir a un normal funcionamiento del sistema nervioso.
- Las algas son ricas en minerales y oligoelementos esenciales para nuestra salud mental.
- La levadura nutricional es una de las principales fuentes de vitaminas del grupo B.
- Las verduras de hoja verde son especialmente ricas en ácido fólico, cuya carencia produce debilidad, fatiga e irritabilidad.
- Los frutos secos y las semillas son fuentes saludables de ácidos grasos esenciales, fundamentales para el buen funcionamiento cerebral, ayudan a combatir el cansancio y la depresión. Son además, una buena fuente de triptófano.
Remedios caseros:
Si además necesitas una ayuda extra:
- Incorpora una sopa de miso a diario en tu dieta.
- Toma un ume-sho-kuzu a diario durante una semana.
También sufres de alergia en primavera… entonces esto te interesa!!
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