Esta sopa hará maravillas en tus comidas o desayunos.
Desayunar salado es una opción buenísima para comenzar el día. La energía del sabor salado es mucho más dinámica que la del dulce. Así que si te cuesta comenzar por la mañana, esta sopa puede ser una idea buenísima para ti.
En la preparación he incorporado brócoli conocido por sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas gracias a su contenido en SGS (sulforafano glicosinolato), que contribuye también a prevenir enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
Las shitakes potencian el sistema inmune y al igual que el brócoli, son interesantes en problemas cardiovasculares y cáncer. Encontrarás un monográfico con sus propiedades en este enlace.
Finalmente el miso, el tercer ingrediente, es uno de esos alimentos que no debería faltar en nuestra dieta a diario. Sus beneficios para la salud intestinal y digestiva ejercen una buena ayuda para mejorar nuestras defensas. Si quieres saber más sobre este ingrediente, pincha aquí.
Y si quieres aportar proteína, ¡añade unos cubitos de tofu a la cocción! 😉
Te dejo con la receta… Deseo que te guste.
Ingredientes:
8 flores de brócoli
16 setas shiitake grandes
1 litro del caldo de la cocción de garbanzos o alubia blanca
Mugi miso
Elaboración:
Filetea las setas shiitakes y comienza a saltearlas en una olla con una pizca de sal y aceite de oliva.
Mientras corta las flores de brócoli a lo largo, comenzando desde el tallo. Según el tamaño original, pueden resultar 3 o 4 flores más finas.
Incorpora el brócoli a la olla y saltea durante un minuto.
Añade el caldo y lleva a hervor. Coloca la tapa y cocina a fuego medio durante 4 o 5 minutos. El brócoli debe quedar al dente.
Saca con un cazo un poco del caldo y disuelve en él el miso. Yo suelo utilizar 1 c.p. por persona. Esta sopa está calculada para 4, pero puedes ajustar la cantidad de miso a tu gusto.
Incorpora el miso, remueve y apaga.
Sirve con un poco de gomasio (sésamo tostado y triturado con sal) por encima para un extra de calcio y magnesio.
Cocínala con amor… y ¡Qué la disfrutes!
