Aprendí esta receta hace unos años y aunque no como pan habitualmente, en ocasiones, ¡tengo antojo! 😊
La semana pasada fue una de esas ocasiones en las que realmente me apetecía tomar pan para desayunar al día siguiente.
Rescaté esta receta, pero cómo no quería dejarla fermentando 24 horas, utilicé levadura de panadero en polvo ecológica y la integré en la masa antes de batirla. Luego dejé la masa reposar una hora y lo horneé como habitualmente.
El resultado fue el de la foto. Quedó delicioso. Un pan casero, elaborado con productos integrales y ecológicos que puedes hacer de un día para otro.
¡Qué lo disfrutes!
Ingredientes
2 tazas de semillas de trigo sarraceno crudas
1/2 taza de semillas de girasol crudas
1 taza de agua
1/2 cucharadita de sal
Preparación
Lava el trigo sarraceno y déjalo en remojo durante 4 horas. Deja que el agua sobrepase el cereal un par de centímetros pues crecerá en volumen.
Una vez pasado este tiempo, escúrrelo sin aclarar y colócalo en un recipiente junto al resto de ingredientes (semillas de girasol, sal y la taza de agua).
Bátelo para que todo se integre.
Vierte la mezcla en un recipiente de cristal y cúbrelo con un paño limpio de cocina.
Deja fermentar durante 24 horas en un sitio cálido, puedes ponerlo cerca de la calefacción, por ejemplo.
Pasado ese tiempo verás que la masa ha subido y se han formado pequeñas burbujitas.
Precalienta el horno a 220ºC.
Coloca papel de hornear a un molde y vierte la masa encima.
Hornea con calor arriba y abajo y sin ventilador durante 45-50 minutos o hasta que la mezcla esté seca por dentro si pinchas con un cuchillo y dorada por fuera.
Saca y deja que se enfríe antes de comerlo.