¿Quieres una sopa de fondo de armario?
Seguro que siempre tienes zanahorias en casa.
Casi seguro que siempre tienes patatas.
Y probablemente también algún puerro.
Bueno, pues eso es casi todo lo que necesitas para esta deliciosa, sencilla y nutritiva sopa.
Pruébala y me cuentas…
Ingredientes:
15 a 20 zanahorias (depende del tamaño)
1 patata (si no quieres utilizar patata, puedes poner chirivía o nabo)
2 puerros medianos
1 c.p. de cúrcuma en polvo (me apetecía que el caldo tuviera color)
Un poco de pimienta negra (para aprovechar el efecto antiinflamatorio de la curcumina)
Aceite de oliva virgen extra y sal
Elaboración:
Pela o lava las zanahorias y córtalas en cuadrados medianos. Haz lo mismo con la patata.
Calienta una cazuela, añade un poco de aceite de oliva e incorpora las zanahorias y la patata con una pizca de sal.
Saltea a fuego fuerte mientras preparas el puerro.
Corta el puerro por la mitad, incluyendo la parte verde y corta luego a rodajas de 1 cm aproximadamente.
Vuelve al salteado. Remueve y añade la cúrcuma y la pimienta negra. Saltea otro minuto más.
Incorpora el puerro y añade al agua suficiente para cubrir y que quede un par de centímetros por encima de las verduras.
Prueba de sal y añade un poco más si es necesario.
Coloca la tapa y lleva a hervor. Cuando comience a hervir, baja la llama y cocina hasta que las verduras estén tiernas.
Yo he tardado 10 minutos.
Cocínala con amor… y ¡Qué la disfrutes!