Las virtudes del tofu

 El tofu es uno de los derivados de la soja amarilla más conocido y utilizado.

La soja amarilla es el alimento de origen vegetal más rico en proteínas. Contiene todos los aminoácidos esenciales aunque dos de ellos no alcanzan el nivel óptimo, por lo que es interesante complementarlo con cereal, convirtiéndose así en una fuente proteica muy práctica para aquellas personas que han optado por una alimentación vegana.

La soja, además, es una fuente rica en isoflavonas, muy interesantes para prevenir problemas del aparato reproductor femenino como el síndrome premenstrual y los trastornos típicos de la menopausia como los sofocos. 100 gramos de tofu contienen alrededor de 35 mg de isoflavonas.

El tofu contiene ácidos grasos poliinsaturados, lo que lo convierten en un alimento interesante para reducir el colesterol.

Además de proteína y ácidos grasos poliinsaturados, nos aporta vitamina B, calcio y hierro. Su contenido en calcio es mayor que el de la leche, así como su contenido de magnesio. Este último favorece la absorción y asimilación del calcio, y ayuda a la formación de nuestros huesos.

Sin embargo, el tofu puede inhibir la absorción intestinal del hierro y yodo, por lo no es tan aconsejable su consumo para personas con anemia ferropénica o con problemas de absorción de yodo, a no ser que lo consuman con algas, ricas en estos minerales.

Energéticamente el tofu tiene una cualidad yin, refresca y relaja, aportando ligereza y humedeciendo condiciones de sequedad. De hecho podemos utilizar emplastos de tofu para bajar la fiebre o aplicarlo en quemaduras para bajar la temperatura y evitar la inflamación. Ayudando además a calmar el dolor.

Existen diferentes tipos de tofu en el mercado:

Los más habituales son el tofu firme y el sedoso. El primero como indica su nombre es más firme y contiene menos agua. Es muy parecido visualmente al queso fresco. Se utiliza sobre todo para cocinarlo a la plancha, braseado o a modo de revuelto sustituyendo al huevo.

El segundo, sedoso, contiene más cantidad de agua y al ser más blandito es ideal para la preparación de patés, salsas y aderezos.

También podemos encontrar tofu ahumado, que resulta mucho más sabroso que los anteriores y no necesita de mucho aliño. Da un toque de sabor a las sopas de miso y se puede utilizar en la elaboración de pizzas y hamburguesas que quedarán mucho más sabrosas.

A nivel culinario el tofu se utiliza a menudo como un tipo de queso fresco.  De hecho se elabora cuajando la leche de soja con nigari (cloruro de magnesio). Pero ojo!, no hay que consumirlo crudo pues resulta indigesto. Al igual que la leche de soja es muy importante tomarlo cocinado.

Bastará hervirlo en agua durante 15 minutos, freírlo o saltearlo en la sartén. Si además añadimos un trozo de alga kombu al agua de cocción, estaremos aportando minerales y facilitando su digestión.

Una vez hervido podemos utilizarlo frío en ensaladas pero también puede utilizarse en innumerables platos y cocinarlo en una gran variedad de métodos: a la plancha, al horno, revuelto, o preparar ricos patés y mayonesas para incluir en nuestros bocadillos.

Como siempre, lo importante en nuestra alimentación será la variación y el equilibrio y no se aconseja el consumo de tofu a diario, utilizarlo un par de veces a la semana será suficiente.

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