Si te gustan los garbanzos vas a adorar este plato. Es tan reconfortante, que querrás repetir, seguro.
La combinación de esta legumbre con verduras dulces como el boniato y la col crean un plato que calienta y relaja en profundidad.
Ideal para los meses fríos y para centrar en las estaciones intermedias.
Ingredientes:
2 tazas de garbanzos
1 cebolla grande
1 boniato
1/4 de col
1 diente de ajo
1/2 manojo de cilantro
2 a 3 cm de alga kombu
1 c.p. de pulpa de pimiento choricero (opcional)
Sal
Aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
Pon los garbanzos a remojo con agua caliente la noche anterior.
Por la mañana tira el agua de remojo, aclara los garbanzos y ponlos en la olla a presión, con el alga kombu. Cuando llegue a la máxima presión, baja la llama y cocina durante 8 minutos. Recuerda que los tipos de cocción varían en función de la olla que utilices. Adapta el tiempo si fuera necesario. Pasados los 8 minutos, apaga el fuego y deja que la olla se enfríe antes de abrir.
Mientras, corta la cebolla, el boniato y la col en daditos finos. Pica el ajo.
En una cazuela, comienza a pochar la cebolla con una pizca de sal y aceite de oliva. Cuando comience a estar doradita, añade el ajo y el boniato, saltea un par de minutos y añade la col, una pizca de sal y saltea otro par de minutos más.
Añade ahora los garbanzos ya cocinados, el alga y el caldo de la cocción necesario para cubrir bien todos los ingredientes. Añade ahora la pulpa el pimiento si quieres utilizarla y rectifica de sal.
Lleva suavemente a hervor, coloca la tapa y deja que se cocine todo junto durante unos 10 minutos o hasta que el boniato esté tierno.
Pica bien el cilantro y reserva un poco para espolvorear por encima al servir. Añade el resto a los garbanzos, remueve bien y apaga el fuego.
Deja que repose unos minutos antes de servir.
Cocínalos con amor… y ¡qué te aproveche!
Me encantan
¡Gracias Agustina!
¡Qué los disfrutes!