¡Adoramos el tatín!
Llevaba tiempo queriendo ponerme a prepararlo en su versión vegana y estas Navidades han sido la ocasión para hacer la prueba.
Lo comimos ayer y… nos quedamos con ganas de más 😉
Te dejo aquí la receta…
Deseo que la disfrutes…
Ingredientes:
1 kilo de peras conferencia
1 lámina de hojaldre ecológica
3 c.s. de aceite de coco
4 a 5 c.s. de melaza de arroz
Elaboración:
Pela y corta las peras en cuartos o mitades según su tamaño. Quita también la parte central.
En una sartén, coloca las peras y cubre con las cucharadas de aceite de coco y una pizca de sal. Yo las he medido raspando el aceite que estaba duro y tomando esa medida en frío.
Añade también la melaza de arroz. Puedes comenzar con 4 y luego añadir alguna más si lo quieres más dulce y para ayudar a que caramelice mejor.
Enciende el fuego y mueve para que los ingredientes se liguen. Tapa y deja que la melaza vaya caramelizando y se vaya espesando un poco.
Voltea las peras de vez en cuando para que se cubran bien del dulzor de la melaza.
Cuando veas que los líquidos se han reducido a la mitad, apaga y reserva.
Cuando la peras estén templadas disponlas en un molde. Yo he utilizado uno de bizcocho en el que se separa la base de los laterales. Para asegurar que no se perdía el líquido, lo he cubierto con papel de hornear.
Coloca las peras con el lado redondeado hacia abajo, para que cuando des la vuelta a la tarta tatín quede bonita. No lleves las peras hasta el borde del molde, de tal modo, que tengas un pequeño espacio para rellenar con el hojaldre.
Añade el liquido caramelizado por encima.
Coloca ahora el hojaldre sobre las peras y remete bien por los bordes del molde.
Hornea a 180 grados con función ventilador durante unos 15 minutos o hasta que veas que el hojaldre empieza a estar doradito.
Saca y da la vuelta a la tarta con cuidado sobre un plato. Es práctico utilizar un plato que encaje justito en el molde para que no se te mueva y no pierdas caramelo.
Deja que repose antes de servir para que se temple y el hojaldre se impregne del caramelo.
Cocínala con amor… y ¡Qué la disfrutes!