Wok de melena de león y verduras

¡Esta receta te la guardas seguro! ¡Qué sabor!

Quería comenzar a incluir el hongo Melena de león en mis comidas por las muchas propiedades que tiene, especialmente para el cerebro.

Este hongo potencia la regeneración y el nacimiento de neuronas, mejora el rendimiento cognitivo y estimula la renovación de la capa de mielina, siendo interesante para prevenir la demencia y mejorar la ansiedad y depresión

A nivel digestivo, ayuda a regenerar el epitelio de las mucosas y tiene un efecto prebiótico, alimentando las buenas bacterias intestinales.

Y además, tiene un sabor delicioso.

He utilizado el hongo deshidratado y he aprovechado también el agua de remojo, que ha sido la clave de la receta.

Deseo que te guste…

Ingredientes:

1/2 pimiento rojo

4 zanahorias

1 ajo

7 a 8 piezas de melena de león deshidratada

1 c.p. de kuzu

1 puñado de pistachos

Elaboración:

Corta todas las verduras en cerillas, incluida la melena de león.

Comienza salteando el pimiento en un wok con aceite de oliva y una pizca de sal.

Saltea sin dejar de remover durante 3 minutos.

Incorpora la zanahoria y el ajo, otra pizca de sal y sigue salteando.

Pasados un par de minutos añade el hongo y saltea otro par de minutos.

Incorpora los pistachos, remueve, apaga y reserva.

Utiliza unos 200 m. del agua de remojo. Si tienes más agua, guárdala para elaborar otra salsa.

Disuelve el kuzu en el bol con una pizca del agua de remojo. Incorpora el resto del agua y coloca en un cazo para llevarlo a hervor sin dejar de remover.

Cuando empiece a hervir, el agua comenzará a espesar. Añade una pizca de sal y remueve bien. La consistencia debería ser la de una salsa ligera pero cremosa. Si está demasiado líquida, diluye un poco más de kuzu en un pelín de agua fríe e incorpora a la salsa. Si por el contrario te hubiera quedado demasiado espesa, añade un poquito más de agua al cazo.

Vierte la salsa sobre el wok donde tenías las verduras. Pon al fuego mezclando bien durante un par de minutos y apaga.

Sirve las verduras sobre una cama de arroz basmati.

Cocínalo con amor… y ¡Qué lo disfrutes!