Crema básica de verduras

Las mejores cremas de verduras, las más simples.

Porque así no se confunden los sabores.

Porque cambias de crema con tan sólo cambiar un ingrediente.

Porque puedes aplicar el mismo método en invierno que en verano; sólo necesitas adaptar tu ingrediente principal a la estación.

¿Y cómo lo haces?

Empieza por la cebolla. Es la clave para una crema sabrosa.

Habitualmente utilizo la misma cantidad de cebolla que del ingrediente que haya elegido.

Para 4 personas calcula mínimo 2 cebollas grandes.

Corta la cebolla en juliana fina, así se hará más rápido, y comienza a pocharla en una olla con un poco de aceite y sal.

Añadir sal al pochar la cebolla es clave. Ayudará a que comience a soltar jugo y de esa manera evitarás que se pegue. En todo caso, remueve con frecuencia. La verdura necesita compañía 😉, Y si hiciera falta añade un poquito más de aceite. Queremos que la cebolla se poche, no que se cueza.

Y esa es la clave principal para que tus cremas queden sabrosas. Así de sencillo.

Incorpora luego el otro ingrediente.

En la receta de hoy hemos añadido coliflor. Utilizamos también el tallo e incluso algunas de sus hojas más pequeñas, que no son excesivamente verdes y no cambiarán el color de la crema.

Vuelve a añadir una pizca de sal a la coliflor y saltea junto con la cebolla un par de minutos removiendo con frecuencia.

Siguiente paso clave:

Agrega el agua. Pero la justa, no te pases, pues si lo haces se aguará el sabor.

¿Y cuanto es la justa? la suficiente para justo cubrir las verduras.

Si vas a añadir alguna aromática, ahora sería el momento. Para esta crema hemos utilizado laurel, que le da un toque buenísimo.

Lleva el agua a hervor. Baja luego la llama y coloca la tapa, y deja que se cocine hasta que la coliflor esté tierna. El tiempo dependerá del tamaño de las flores que hayas añadido. Normalmente unos 20 a 30 minutos.

Antes de batir:

Prueba de sabor. Esto es importante. Hay muchísima gente que no prueba lo que está cocinando y es difícil acertar con el punto de sal si no lo haces.

Ahora sería el momento de añadir condimentos, si crees que necesitas potenciar el sabor. Aunque seguro, que no es necesario.

En cualquier caso, puedes elegir entre:

1 c.s. de shiro miso. Le da un puntito salado muy suave.

1 c.s. de vinagre umeboshi. Le da también un puntito salado y además el vinagre potencia el sabor de los ingredientes.

Paso final:

Y no por eso menos importante: el batido. Que la crema te quede cremosa y fina depende mucho del tiempo que pases batiéndola. No se trata sólo de triturar, se trata de darle consistencia cremosa y para eso necesitas varias batidas. (si lo haces de tirón sin parar puedes quemar el motor del minipimer)

Bueno, pues ya la tienes. Ya sólo te falta decorarla. Para ese paso… déjate llevar por tu imaginación e incorpora semillas y verduritas que aporten textura y color al plato y lo hagan aún más atractivo.

Ya me cuentas cómo te van quedando…

Cocínala con amor… y ¡Qué disfrutes de tus cremas!

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