Croquetas de calabaza

Si ya no utilizas lácteos, tienes que probar estas croquetas.

Quedan deliciosas, crujientes por fuera, blanditas por dentro, y muy, muy sabrosas.

Te animo a incluir las aromáticas que más te gusten y a modificar los ingredientes para crear nuevos sabores.

¡Seguro que te quedan buenísimas!

Deseo que las disfrutes…

Ingredientes:

1 taza grande de calabaza asada

1 cebolleta  pequeña

2 dientes de ajo

1 puñado de nueces peladas

4 mitades de tomate seco hidratado

Pimienta negra

1 ramillete de cilantro

Ingredientes rebozado:

4 cucharadas de harina de garbanzo

1 cucharadita de vinagre de manzana

Sal

Agua para hacer una masa tipo tempura.

Polenta para el segundo rebozado.

Elaboración:

Pon a calentar el horno a 180 grados.

Corta 1/2 calabaza pequeña en trozos grandes y coloca en un recipiente para hornear. Añade una pizca de sal y un poquito de aceite. Cubre el recipiente con papel de hornear para que las calabazas no se sequen demasiado y hornea hasta que al pinchar se noten tiernas.

Saca y deja que se enfríen.

Mientras se enfría la calabaza, pica la cebolla y el ajo muy finitos y pocha en una sartén con una poquito de sal y aceite de oliva.

Cuando veas que han cambiado el color y esta todo doradito, añade las nueces picadas previamente con un cuchillo y el tomate seco que también habrás picado finito.

Mezcla bien y deja al fuego un par de minutos más.

Aplasta la calabaza con un tenedor para deshacerla e incorpórala a la sartén.

Rectifica de sal y pimienta. Apaga y añade el cilantro picadito fino. Mezcla bien y deja que se enfríe.

Para el rebozado, la harina de garbanzo, el vinagre, una pizca de sal y un poco de agua fría en un bol. Ve añadiendo agua poco a poco hasta obtener una tempura ligera que se asemeje al huevo batido.

Coloca la polenta en otro bol amplio.

Cuando la masa esté fría, ve formando las croquetas y pasándolas primero por la tempura y luego por la polenta.

Para freírlas, recuerda que es importante que el aceite esté caliente y que no las remuevas.

Dales la vuelta cuando veas que los bordes comienzan a estar hechos y deja unos segundos más por el otro lado.

Saca con la ayuda de una espumadera y deja sobre pape absorbente.

Cocínalas con amor… y ¡Qué las disfrutes!