Este año es año de manzanas y los árboles que rodean la casa están llenos.
Buscando nuevas maneras de utilizarlas, este año vamos a hacer zumo… y además vamos a ver cuanto tiempo se conservan en forma de membrillo.
El sabor de este postre queda buenísimo, dulce y con un toque ácido característico del tipo de manzana que crece en esta zona.
Si quieres un sabor más dulzón, elige la variedad Golden y asegúrate de que son manzanas biológicas, así podrás dejar la piel, rica en pectinas y alimento para tus intestinos.
Ingredientes:
Manzanas biológicas
Pasas
Dátiles
Melaza de arroz
Agar agar
1 a 2 ramitas de canela
Una pizca de agua
Elaboración:
Verás que no he puesto cantidades en la receta, pues depende mucho de la variedad de manzana que utilices, en cualquier caso, el primer paso es lavar las manzanas y cortarlas en trozos con la piel. Quita la parte central, pero no te preocupes si queda algo pues después lo vas a triturar.
Coloca las manzanas en una cazuela. Yo he utilizado una cazuela de 3 litros y para esa cantidad he añadido 15 dátiles picaditos y un buen puñado de uvas pasas.
Añade la canela, una pizca de sal y un cuarto de vaso de agua. El agua es necesaria para que la manzana comience a cocinarse y a sudar, pero no queremos añadir demasiado, pues si no necesitarás más agar agar para espesar el membrillo.
Cuando la manzana esté ya blandita, añade agar agar. Mira en el envase de la marca que tengas en casa y sigue las instrucciones respecto a la cantidad de alga que necesitas. Para los 3 litros de capacidad que yo tenía he usado 20 gramos de alga en polvo. El objetivo es que quede consistencia dura.
Mezcla bien el agar agar con las manzanas y deja que se siga cocinando otros 5 minutos más removiendo constantemente.
Prueba de dulzor y añade melaza al gusto.
Tritura bien y vierte en un molde para que se enfríe. Yo he necesita una fuente grande de hornear y otra pequeñita del tamaño que aparece en la fotografía.
Cocínalo con amor… y ¡qué lo disfrutes!