¿Sabías que la quinoa es una fuente excelente de calcio?
Al igual que el tofu, la quinoa nos aporta más cantidad de calcio que la leche, y su absorción, gracias a su contenido en magnesio es mucho mejor!…
Esta combinación, que incluye además, hojas verdes del puerro y de los rabanitos, ricas igualmente en calcio, hacen de este plato, una deliciosa manera de incluir este preciado mineral en nuestras comidas!
Ingredientes:
1 taza de quinoa
2 tazas de agua
1 puerro
1 manojo de rabanitos con sus hojas
1 bloque de tofu
Harina semi integral
Sal
Aceite de oliva virgen extra
Shoyu
Concentrado de manzana
Elaboración:
Lava bien la quinoa y ponla a cocer en una cazuela con el doble de agua y una pizca de sal.
Cuando comience a hervir, retira la espuma que se haya formado con la ayuda de una espumadera. Tapa, baja la llama y cocina a fuego bajo de 20 a 30 minutos, hasta que la quinoa esté bien abierta.
Apaga el fuego y deja que repose sin remover.
Mientras, seca bien el tofu y córtalo a dados. Pásalos por un poco de harina y friélos en abundante aceite hasta que se vuelvan doraditos.
Prepara un cacito con 2 c.s. de shoyu, 2 c.s. de concentrado de manzana y 2 c.s. de agua.
A medida que vayas sacando el tofu, deposítalo en el cazo con los líquidos.
A continuación ponlo al fuego y deja que se cocine a fuego bajo hasta que el líquido se haya evaporado, removiendo de vez en cuando para que los cubitos se impregnen bien. Reserva.
Con la ayuda de unos palillos remueve ahora la quinoa para que se separe el grano. Reserva.
Corta el puerros en trocitos pequeños, los rabanitos en rodajas, y pica también las hojas de los rabanitos.
En un wok o sartén amplia, comienza a saltear el puerro con un poco de aceite de oliva y una pizca de sal.
Pasados un par de minutos, añade los rabanitos y saltea otro minuto, añade ahora las hojas de los rabanitos y 1 c.s. de shoyu.
Añade la quinoa y mezcla bien. Apaga.
Agrega ahora el tofu y sírvelo antes de que se enfríe!