La lenteja roja es una legumbre muy versátil y agradecida. Al estar pelada su cocción es mucho más rápida que otras legumbres y su digestión es también más fácil.
Queda deliciosa preparada en purés o en cremas de verduras, y también puedes utilizarla para la elaboración de patés.
En esta ocasión, te propongo una receta facilísima, rápida y que suele tener un éxito enorme.
Es la típica receta que repetirás con frecuencia por la acogida que tiene y por su sencillez.
¡Qué la disfrutes!
Ingredientes:
1 taza de lentejas rojas
Agua
Una pizca de sal
1/2 puñado de cilantro o perejil
1 puñado de alga arame
1 diente de ajo sin la parte central (opcional)
Aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
Lava muy bien las lentejas hasta que no salga espuma.
Colócalas en un recipiente con agua y déjalas a remojo como mínimo 1 hora.
Coloca las algas también a remojo.
Transcurrido el tiempo de remojo, escurre las lentejas y colócalas en un recipiente junto con la sal y el ajo. Tritúralas con el minipimer.
Pica muy finito el cilantro y trocea también las algas una vez escurridas.
Añade estos dos ingredientes a las lentejas y mezcla bien.
Pon aceite a calentar en una sartén profunda.
Los buñuelos no hace falta enharinarlos, así que cuando el aceite esté listo, ve echando cucharadas de la masa y no los remuevas hasta que los bordes se vean doraditos.
Da la vuelta a los buñuelos y espera hasta que se hagan por el otro lado sin remover.
Sácalos sobre papel absorbente.
Sírvelos con una buena ensalada y ¡disfrútalos con el aliño de tu elección!
Cocínalos con amor… y ¡qué te aprovechen!