Habitualmente, la simplicidad, es la mejor compañera, aunque se nos olvida con frecuencia.
Esta receta, surgió, como tantas otras, fruto del azar.
Tenía media coliflor, un par de patatas cocidas de una receta que me habían pedido elaborar en un intensivo personalizado, y nada preparado para comer. 😉
Esas situaciones de «tengo hambre y nada cocinado», me encantan, porque me dejo llevar y siempre surge algo interesante.
Esta vez, la sencilla combinación resulto exquisita, la intensidad de las semillas de comino tostado, aportaron un toque mediterráneo al plato, y el frescor del cilantro me trasportó a Portugal, país en el que descubrí esta deliciosa aromática.
Puedes cocinarlo sin estas dos especias, pero si puedes, te recomiendo probarlas.
Deseo que te guste…
Ingredientes:
1/2 coliflor
2 patatas cocidas (si no consumes patata, sustitúyela por boniato)
3 tiras de apio
2 ajos frescos
1 cucharada de semillas de comino (si no tienes, puedes prescindir de ellas)
Pimienta negra
Cilantro
Elaboración:
Utiliza las florecillas de la coliflor, para ello sepáralas del tallo desde abajo, para mantener la forma de la flor.
Pela las patatas cocidas y córtalas en dados irregulares.
Pica el apio y los ajos frescos en daditos pequeños.
En una sartén amplia, comienza a saltear el apio con un poco de aceite y una pizca de sal.
Cuando comience a verse doradito, añade las semillas de comino y tuéstalas durante unos minutos sin dejar de remover, hasta que comiencen a desprender su aroma.
Incorpora la coliflor otra pizca de sal y saltea un par de minutos.
Añade el ajo fresco y las patatas, otra pizquita de sal y pimienta negra y sigue salteando un par de minutos más.
Vierte sobre las verduras 1/2 vasito de agua, coloca una tapa y baja la llama.
Mantén así durante unos 5 minutos hasta que se evapore el agua.
Después de este tiempo, la coliflor estará lista, cocinada pero al dente.
Sirve con un buen manojo de cilantro fresco por encima.
Cocínala con amor… y ¡qué la disfrutes!