La alimentación en Otoño

La energía del otoño sigue la línea descendente iniciada con el verano tardío.

Poco a poco, vamos percibiendo a nuestro alrededor, una sensación cada vez mayor de recogimiento y concentración.

También nosotros entramos en esa fase de recogimiento. Los días fríos y la disminución de horas de luz nos predisponen a la interiorización y nos empiezan a apetecer más las actividades hogareñas y menos las del exterior.

Es realmente a finales de octubre, cuando empezamos a percibir que el otoño ya está con nosotros.

Si nuestra alimentación y estilo de vida no están en armonía, puede que nos sintamos más melancólicos y tristes. Las depresiones suelen ser comunes en ésta época del año; una estación asociada a la salud de nuestro intestino grueso y de nuestros pulmones.

No es extraño sentirse mentalmente atascados cuando nuestros intestinos no funcionan bien. Y es también muy común que suframos resfriados y molestias a nivel respiratorio en este periodo.

Es por lo tanto, momento de reforzar, calentar y remineralizar nuestro organismo, preparándolo para el invierno de manera suave y progresiva.

Empezaremos a tomar platos más calientes, como estofados y horneados de verduras, que irán calentando y contrayendo suavemente nuestro organismo. E incluiremos alimentos más concentrados, que irán aportando los minerales que necesitamos, como las verduras de raíz: zanahoria, chirivías, nabos, daikon, etc. Estas últimas, tienen además, un ligero sabor picante que tonifica los órganos asociados a esta estación.

Alimentos armonizadores:

Cereales: El arroz integral es el cereal ideal para el otoño, pues equilibra los pulmones y los intestinos. En cantidades moderadas y bien masticado y ensalivado, contribuye a restablecer la función intestinal. Prueba a introducirlo también en tus desayunos; la crema de arroz es una de las mejores opciones para comenzar el día con energía. También puedes utilizar otros cereales como el mijo, la quinoa y la cebada, que ayuda a crear apertura en los pulmones.

sal y pimienta

Legumbres: Las alubias blancas y los garrafones, al ser menos grasas, ayudan a limpiar. Fíjate que además ¡son blancas! el color de asociado a esta estación.

Proteínas vegetales: El tofu es ideal para casos de intestinos delicados, pues aporta proteínas de fácil digestión y asimilación. Sin embargo, al tener un efecto energético de enfriamiento lo consumiremos bien cocinado en guisos y estofados, con verduras redondas y de raíz que calientan, o aliñado con jengibre y salsa de soja. Recuerda que el tofu debe consumirse siempre cocinado, no importa en qué estación estés.

Verduras: En especial las blancas: nabos, daikon, chirivía, cebolla, coliflor

Las coles en todas sus variantes, comienzan a recogerse en ésta época, y son ideales para salud de nuestros intestinos por su gran contenido en fibra.

La coliflor y el brócoli con su forma alveolar son ideales para tonificar los pulmones.

El consumo de hoja verde sigue siendo importante. La planta respira por las hojas,  y nosotros por los pulmones, el consumo de estas verduras nos ayudará a mantenerlos limpios.

Algas: El alga que más tonifica los órganos asociados es la hiziki. Es por cierto, la verdura de mar más rica en calcio, contiene hasta 14 veces más calcio que la leche y su contenido en magnesio, tan importante para fijar bien el calcio, es también considerable.

castañas

Frutas: las frutas que nos da la tierra en otoño son principalmente manzanas, peras, caquis y membrillos… Cómo queremos calentar nuestro cuerpo, mejor consumirlas cocinadas en compotas, o al horno.

Semillas y frutos secos: podemos seguir consumiendo a diario semillas de sésamo, pipas de girasol y de calabaza, que nos aseguren el aporte de los ácidos grasos esenciales necesarios para el buen funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso. Las castañas comienzan a parecer en nuestros mercados locales, cocidas u asadas, puedes incorporarlas a tus platos y beneficiarte de un fruto seco rico en hidratos de carbono de asimilación lenta y en fibra.

Condimentos: Son interesantes los toques picantes en la cocina de otoño pues estimulan las funciones digestiva e intestinal y ayudan a despejar los pulmones. Toques de mostaza, jengibre y cúrcuma aromatizarán además tus platos. Añade pequeñas cantidades de verduras suavemente picantes como nabos, rabanitos, berros, cebolleta y puerro crudo. Pícalas muy menuditas y sírvelas sobre tus cremas para crear polaridad.

sal y pimienta

Fermentados y encurtidos: Los fermentados de buena calidad, son excelentes para regenerar las mucosas y movilizar depósitos de grasa y mucus. Se deben consumir a diario con las principales comidas. Busca productos que no se hayan elaborado con vinagres. El chukrut, que puedes encontrar en la mayoría de herbolarios, está elaborado únicamente con sal y representa una fuente ideal de enzimas y vitaminas.