La quinoa es un excelente grano para esta época del año, ligero y refrescante, será un buen aporte de energía de esa que centra y estabiliza, tan importante en este momento.
El sabor agridulce lo conseguimos aportando pasas y aderezando con vinagre de arroz, si quieres intensificarlo puedes añadir un poco de concentrado de manzana al salteado.
Los anacardos, aportan el toque crujiente al plato, tan importante para ayudar a tomar consciencia de lo que estás comiendo y a mantenerte en el presente.
¡Qué lo disfrutes!
Ingredientes:
2 tazas de quinoa
4 tiras de apio
1 pimiento verde
3 zanahorias
1 puñado de anacardos
1 puñado de pasas
Sal
Aceite de oliva
Vinagre de arroz
Elaboración:
Lava bien la quinoa y ponla a cocinar con el doble de agua y una pizca de sal. Yo suelo utilizar ollas de base ancha para que tenga espacio para «respirar» bien y no se apelmacen los granos unos encima de otros, de tal forma que nos quede suelta.
En unos 20 a 30 minutos estará preparada. Cuando veas que el grano se ha abierto y está tierna, apaga y destapa sin remover. Deja que repose y se enfríe ligeramente.
Corta la verduras en daditos finos.
En un wok o sartén amplia, calienta un poquito de aceite de oliva y saltea los tronquitos de apio y el piminento con una pizca de sal.
Cuando comiencen a estar doraditos, incorpora la zanahoria y rehoga un par de minutos más.
Añade ahora las pasas y los anacardos.
Antes de incorporar la quinoa, separa los granos con cuidado. Yo utilizo 2 palillo chinos, removiéndolos uniformemente por la cazuela, si no dispones de este utensilio, puedes utilizar un tenedor.
Una vez hayas mezclado las verduras con el cereal, rocía con un buen chorro de vinagre de arroz, utiliza bastante cantidad para que de sabor al plato. Ve probando y ajustando a tu gusto.
Puedes servirla templada o dejarla preparada para consumirla a modo de ensalada.
Cocínala con amor… y ¡Qué la disfrutes!
