El desayuno es una de las comidas más importantes del día. Nuestros hijos necesitan alimentos que les nutran y ayuden a mantener sus niveles de energía estables hasta la hora de comer, y además, que esos alimentos sean sabrosos y apetecibles.
El muesli es una opción muy interesante para un desayuno saludable, especialmente si lo hacemos en casa.
Por un lado, nos permite adaptarlo a nuestros gustos, incorporando ingredientes de nuestra elección, y por otro su preparación es divertida y podemos prepararlo con los peques.
Una vez el muesli está frío, se puede guardar en un tarro de cristal y se mantendrá crujiente durante varias semanas.
Utiliza la receta que te propongo como base y deja volar tu imaginación, puedes variarla cada semana e incorporar cacao, otros frutos secos, coco, harinas sin gluten...
Disfrútalo en el desayuno acompañado de tu bebida vegetal favorita y recuerda que puedes ponerlo en un tuper para que tus hijos lo tomen en el recreo y tú durante tu descanso laboral a modo de snack. ¡Delicioso!
Sea cual sea tu opción preferida, cocínalo con amor… y ¡qué te aproveche!

Ingredientes:
1 taza de copos de avena
½ taza de harina integral o semi integral
1 puñado de almendras troceadas (opcional)
1 a 2 c.s. de canela
1 c.s. de aceite de girasol
2 c.s. de melaza de arroz
Elaboración:
Mezclar bien todos los ingredientes en un bol. Si quedan grumos grandes utiliza las manos para deshacerlos, en todo caso, no te preocupes demasiado, pues los grumos suele ser la parte más rica del muesli.
Extiende la mezcla en una bandeja de horno previamente aceitada o sobre papel de hornear.
Introduce en el horno precalentado a 180ºC y deja que se haga durante unos 10 – 15 m’. Remueve ocasionalmente para que no se doren demasiado las esquinas ni se quemen.
Cuando veas que está doradito. Apaga, saca y deja enfríar bien.
Puedes guardarlo en un tarro de cristal, se conserva crujiente varias semanas.