Sigo recogiendo guisantes, tirabeques y habas de la huerta, así que las estoy incorporando a muchas de mis preparaciones.
Hoy me he preparado un pastes de polenta y guisantes sencillísimo y para darle un toque crujiente he frito unas tiras de alga dulse que además ayudan a aportar más minerales al plato, especialmente hierro.
¡Espero que lo disfrutes tanto como yo!

Ingredientes:
2 puerros finos
1 bol grande guisantes
1 vasito de polenta
2,5 vasitos de agua
Pimienta negra al gusto
Sal
Aceite
Pimentón de Espelette (opcional)
Varias tiras de alga dulse

Elaboración:
Saltea en una sartén honda los puerros picaditos finos con una pizca de sal y aceite.
En un cacito a parte, cuece un puñadito de guisantes en agua, serán para la decoración del pastel.
Incorpora el resto de los guisantes y el agua a la sartén con los puerros.
Tapa la sartén y deja que se cocinen unos minutos. Los que yo he recogido eran muy tiernos, así que no los he cocinado más de 6 o 7 minutos. Si ves que los tuyos son grandes, necesitarán más tiempo de cocción, en ese caso, en lugar de 2,5 partes de agua añade 3 partes.
Cuando notes que están tiernos, incorpora 1 c.s. de shoyu, unos golpes de pimienta negra y una pizca de pimentón de espelette.
Espolvorea la polenta y rectifica de sal. Remueve constantemente hasta que empiece a espesar.
Pasa una pizquita de aceite por un molde de cristal y vierte la polenta dentro. Aplasta con la ayuda de una espátula para que quede bien prensado y compacto. Deja que se enfríe.
Cuando vayas a servir el pastel, prepara el alga dulse. En una sartén pequeña con abundante aceite, fríe las tiras de alga dulse. Esta operación no te llevará más de unos segundos. Cuando el aceite esté caliente, añade el alga y ten preparada la espumadera y un plato con papel para sacarla en seguida. Verás como se abre y se vuelve crujiente al contacto con el aceite caliente.
Desmolda el pastel con la ayuda de la espátula empujándolo por un lado. Coloca en una fuente para servir y decora por encima con un poco de pimentón, el alga y los guisantes.
Cocínalo con amor… y ¡Qué lo disfrutes!